Conscientes de que uno de los síntomas del ictus es la dificultad en el habla, los familiares de Luis Borao llamaron a una ambulancia ayer por la mañana, cuando vieron que el hombre, justo antes de desayunar, balbuceaba cosas sin sentido. «Fe fieben fe fomfrar fas faranfas fara afer fumo», comentó distraído, sin percatarse de que no había retirado de su boca la férula de descarga que lleva por las noches.
Disimulando para que no se asustara, y haciendo caso omiso de lo que decía, la familia del afectado insistió para que hiciera caso a los profesionales que le metieron corriendo en la ambulancia y se lo llevaron al Hospital Virgen de Maitena, en Lugo, donde fue inmediatamente atendido.
«Fufro frufifno», intentaba aclarar Borao, al que habían inmovilizado en una camilla sin quitarle la férula para el bruxismo nocturno. «Fe lo he perfao», reiteraba, intentando explicar que se había dejado puesta la prótesis.
Dos horas después de su ingreso, Borao logró expulsar la férula de descarga empujando con la lengua, momento en el que aprovechó para descalificar al equipo médico con todo tipo de insultos llenos de consonantes, motivo por el cual se le ha puesto en observación al sospecharse que podría sufrir el síndrome de Tourette.