El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha reaccionado inmediatamente ante el castigo comercial que Argelia ha impuesto a España por su cambio de posición sobre el Sáhara. Sánchez ha comparecido de urgencia esta tarde para reconocer públicamente la soberanía de Argelia, en detrimento de la de Marruecos.
«Es la postura más seria y realista», admite ahora el mandatario, confiando en que esta rectificación frene el conflicto con el país norteafricano, que empezaba a preocupar seriamente al sector empresarial.
Marruecos no ha tardado en protestar. Ha criticado el carácter «voluble y arbitrario» de Sánchez y ha recordado que «no hace ni tres meses que reconoció nuestra soberanía en el Sáhara». Amenaza, por tanto, con «duras represalias».
El presidente español ha querido tranquilizar a Marruecos, insistiendo en que el mes que viene reconocerá de nuevo su soberanía, en cuanto Argelia haya retirado sus amenazas.