- La actualidad del mañana -
- La actualidad del mañana -

Este es tu último artículo gratis este mes. Te queda un artículo gratis este mes. Te quedan unos pocos artículos gratis este mes.
No renuncies a la Verdad, suscríbete

Suscríbete

Como cada verano, Ferrero Rocher deja de vender sus bombones porque el Alfonso, que es el único que sabe hacerlos, se va de vacaciones a Torrevieja

Este contenido es posible gracias a las personas que respaldan El Mundo Today con su suscripción. Ayúdanos a seguir siendo el mejor medio de información del país y suscríbete.

Alfonso repite este año en Torrevieja, donde pasará todo el verano. Este empleado de la empresa Ferrero, el único que sabe elaborar los bombones Ferrero Rocher, estará apartado de la fábrica hasta septiembre, motivo por el cual no será posible encontrar este producto en las tiendas. «Cada año igual, y siempre en las mismas fechas. No estaría mal que compartiera la receta con alguien», se quejan, como cada verano, los consumidores.

«El apartamento nos lo dejan todo el verano y esto no se puede mover porque los críos ya han hecho allí sus amistades y para mí es un problema ir y venir de Piamonte, que es donde está la fábrica. Me parece a mí que tampoco viene mal comer menos dulces, especialmente de cara a la operación bikini», argumenta este empleado, que ya se está instalando en su alojamiento vacacional. «Luego regreso con más energía y los primeros bombones de septiembre son más gordos y más sabrosos», razona.

Los compañeros de Alfonso se quejan de que tampoco van a poder elaborar los bombones Mon Chéri. «Esos sí se hacen en un momento porque se parecen más a los huevos Kinder, pero el puto Alfonso se ha vuelto a ir sin decirnos dónde coño guarda el licor de cereza. Y desconecta el teléfono, así que estamos apañados», reconocen con frustración.

Pese a todos los inconvenientes, Alfonso defiende la exclusividad de su receta: «Esos bombones los inventé yo y yo les doy el toque que a la gente le gusta. Si empiezo a enseñar a otros, al final a mí me van a echar y acabará haciéndolo todo un robot. Ni hablar del peluquín», sentencia este trabajador, que ni confirma ni desmiente que, en la cocina del apartamento, elabore durante el mes de agosto algunos bombones para su mujer. «Esto ya forma parte de nuestra intimidad», dice.

Alfonso aprovecha para recordar desde Torrevieja que, cuando se jubile, «tendréis que conformaros con cualquier otra mierda de Nestlé».

spot_img

Apúntate a nuestro boletín de titulares

Últimas publicaciones

spot_img
spot_imgspot_img