Muchos inquilinos con gatos viven con la permanente duda de si su mascota es en realidad un informador del casero. Los gatos son más falsos que los perros y es habitual que muchos de ellos acaben filtrando información delicada a terceros. Por suerte, nuestros expertos de Idealista te muestran cinco señales de que tu gato es un espía contratado por tu casero para que le pase información.
Tu gato se mete en tu cama cuando estás durmiendo. Lo que a priori puede parecer un acto cariñoso, en realidad es tu gato espiando tus sueños para saber si fantaseas con una casa mejor y alertar a tu casero.
Tu gato mete la cabeza en tu bolso cada día. Aunque puede parecer algo inofensivo, lo hace para comprobar que podrás pagar la mensualidad, así que, si no tienes dinero en efectivo en la cartera, podrías tener problemas.
Tu gato se pone encima del teclado de tu ordenador cada vez que escribes en él. Con este comportamiento, intenta evitar que entres en la web de Idealista a buscar otros pisos.
Tu gato maúlla cada vez que tiene hambre. Igual crees que tu gato tiene hambre y por eso llama tu atención, en realidad lo que está haciendo es comprobar que tienes dinero para pagar comida de gato y, por tanto, también para pagar el alquiler.
Tu gato se ha muerto. Si tu gato ha dejado de vivir significa que ya ha terminado su misión y que ya ha transmitido toda la información que necesitaba tu casero para saber qué clase de inquilino eres.
