A seis días del arranque de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Francia, el actual presidente de la República, Emmanuel Macron, ha logrado acabar con el conflicto entre Rusia y Ucrania. Lo ha hecho compartiendo una fotografía en la que se le ve sentado con la camisa abierta, mostrando su vello del pecho. Apenas cinco horas después de difundirla, Macron recibía una llamada de Vladímir Putin: la guerra había terminado.
«Me ha conquistado él a mí», reconoce ahora el mandatario ruso, quien recordó todo lo que el francés le había dicho en las anteriores conversaciones telefónicas que ambos habían mantenido. «Con esa foto frente a mí, sus palabras sonaban más convincentes. Haría lo que me pidiera», se ha sincerado Putin.
Macron no ha querido atribuirse todo el mérito y ha agradecido la labor de sus asesores, de la fotógrafa Soazig de la Moissonnière «y de las gestiones diplomáticas del resto de países que apostaron desde el primer momento por la paz».
Al cierre de la edición, se ha sabido que el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha declarado públicamente que «Macron es mío», a lo que Putin ha respondido sin dudarlo con otro bombardeo.