«Dábamos por hecho que no acudirían». Con estas palabras se excusaba esta mañana la dirección del Mobile World Congress poco después de que Rusia presentara en su puesto de la feria de Barcelona nuevos misiles y dispositivos de control remoto de armas con gran potencial destructivo.
Aunque los presentes han decidido abandonar la presentación al ver que se estaba alardeando de potencial armamentístico, como parte de la estrategia rusa para amedrentar a la comunidad internacional, el daño ya estaba hecho y la organización no ha podido evitar una vergonzosa demostración en la que la delegación rusa ha bombardeado varios coches para probar un nuevo modelo de misil termonuclear.
«No les hemos comprado ningún misil para dejar clara nuestra intención de boicotearles», ha asegurado la organización del evento, aunque muchos consideran que fue un grave error no haber retirado la invitación a Rusia.
Aunque los rusos ya han desmontado su puesto, se les ha podido ver en los alrededores de la feria negociando con conocidos oligarcas asentados en España desde hace años.