Después de sufrir durante dos años la «violencia capitalista», un irreconocible Albert Rivera con rastas y con un aspecto mucho más informal del habitual ha comparecido ante la prensa para informar de que se declara comunista y además pretende entrar en Unidas Podemos. «Ahora entiendo a mis camaradas de la clase obrera», ha declarado ante las cámaras.
Pese a su «sincera y radical» adhesión a Unidas Podemos, Rivera admite que el partido no es tan anticapitalista como él pero entiende que es momento de apoyar a la izquierda. También considera que, en vistas a su terrible experiencia en el «infierno del mundo laboral», la reforma de Yolanda Díaz se queda muy corta. «Cualquier indemnización por despido inferior a 500 días por año trabajado es insultante para el trabajador», ha asegurado.
«Los que, como yo, somos de clase trabajadora y hemos acudido a trabajar un total de dos horazas al mes para luego ser despedidos injustamente por ‘baja productividad’ sabemos que solo el anticapitalismo revolucionario puede mejorar las cosas, por lo que lamento la deriva reformista de Unidas Podemos», ha explicado. Según su punto de vista, es necesario «salir a quemarlo todo, especialmente el bufete Martínez-Echevarría, pero también todas las demás empresas, hasta que socialicemos los medios de producción».
«La mordida de los empresaurios es insaciable, siempre quieren más y más y más», ha dicho con lágrimas en los ojos, lamentando haberse dado cuenta tan tarde de que «no hay patrón bueno».
«Volveré a la política, del trabajo no se puede vivir», ha sentenciado.
