Aprovechando que Vladimir Putin ha retirado parte de sus tropas y apuesta por «seguir el camino de la negociación», Estados Unidos se centra ahora en la guerra que ha estallado en Génova y que llevaba tiempo fraguándose. “Estados Unidos garantizará por todos los medios a su alcance la democracia en el Partido Popular. Los ataques indiscriminados son intolerables en cualquier partido de la Alianza Atlántica”, ha prometido el presidente Joe Biden.
Isabel Díaz Ayuso ha denunciado hoy públicamente los ataques de la dirección de su propio partido, que considera «crueles e injustos», obligando a los organismos internacionales, entre ellos Naciones Unidas, a recordar que «la diplomacia debe ser la solución a las tensiones».
La secretaria general de la ONU para Asuntos Políticos y Construcción de la Paz, Rosemary DiCarlo, ha expresado hace unos minutos, en una comparecencia urgente, su preocupación por los «peligrosos ataques en el corazón de la derecha española» y confía en que las conversaciones que tengan lugar entre las distintas facciones del PP logren una distensión.
La representante permanente de Estados Unidos ante las Naciones Unidas ha aseverado en su turno al micrófono que la «agresión entre los líderes del partido conservador no solo amenaza a la formación sino que da vía a libre a la ultraderecha, lo que es una mala noticia también para la izquierda y la calidad democrática en general».
Santiago Abascal se ha ofrecido a acoger a Díaz Ayuso en calidad de refugiada para que se integre en Vox en el caso de que los populares fuercen su exilio.