En lo que ha denominado una «rutina matinal para despertarse y empezar a ser medianamente operativo», Kevin Johnson, el CEO de Starbucks, dice que acostumbra, cada mañana, a vender dos millones de cafés en más de 15.000 tiendas distribuidas en más de 50 países de todo el planeta. «Hasta que no hago eso, no soy persona y voy por ahí medio zombi», ha explicado entre risas en un encuentro entre empresarios.
«Mis dos millones de cafelitos vendidos en todo el planeta y distribuidos en una red de capitalismo salvaje que explota a toda una red trabajadores, productores y transportistas y que contribuye significativamente a gentrificar barrios de todo el mundo para homogeneizarlos y eliminar cualquier diferencia cultural entre ellos hasta convertirlos en clones de otros en una suerte de colonialismo económico pero, ojo, también cultural… Eso a mí no me lo quita nadie por las mañanas, eso es sagrado», ha dicho Johnson.
El CEO también ha explicado que en la oficina tiene una taza con el texto No me hables hasta que no haya vendido 2.000.000 de cafés.
«Hablando en serio, y a nivel de desayuno, hasta que no me tomo un té, no soy persona», ha confirmado.