La protectora de animales PETA ha denunciado esta mañana que la compañía textil Inditex lleva años matando jirafas para elaborar sus jerséis de cuello alto. La firma de Amancio Ortega habría suscrito, según PETA, un acuerdo con el Parque Nacional Kruger de Sudáfrica para la obtención de cuellos altos, y otros ocho fabricantes podrían estar también implicados.
Desde Inditex han negado rotundamente que mueran animales en la elaboración de sus productos pero Dolores Parmalat, portavoz de PETA en España, replica que «les quitan el cuello y por tanto su principal herramienta para la obtención de alimento de los árboles, lo cual en la práctica significa quitarles la vida».
El hecho de que las prendas de cuello alto no representen más que un 5% de la producción total de ropa ha favorecido que el asunto no saltara a los medios de comunicación. «Con una sola jirafa se pueden sacar diez o doce piezas de cuello alto, que no son modelos especialmente demandados. De ahí que los socios sudafricanos hayan podido esconder hasta hoy la explotación sistemática de estos animales», señalan desde la protectora, que sospecha que en Estados Unidos las tortugas son también explotadas para fabricar el mismo tipo de prenda.
El caso recuerda a otro escándalo que sacudió la industria en los años ochenta, cuando varios activistas destaparon una red de explotación y tráfico de chepas de dromedario para la fabricación de hombreras, muy demandadas en aquella época.