Recordando que «la decepción es universal y no específica del inglés o del castellano o del catalán», el presidente del Gobierno ha querido dejar claro a ERC, con quien está negociando la ley audiovisual, que las cuotas lingüísticas para las plataformas no solucionarán el nefasto final de Juego de Tronos. «La serie termina como termina y nada que hagamos podrá mitigar el tremendo dolor que todos sentimos con sus capítulos finales, que son una mierda en inglés, son una mierda en castellano y serían una mierda también en catalán», ha dicho Pedro Sánchez esta semana.
«Les recuerdo cómo funciona el doblaje: la serie no se vuelve a rodar ni se aprovecha para corregir errores o hacer que al final el rey de Westeros no sea Bran sino otro personaje más digno, sino que se habla encima sobre las imágenes que ya existen», ha explicado Sánchez, dejando claro que el personaje de Daenerys Targaryen «será una chapuza siempre, aunque se llame Núria Ripollet o Teresa Rodoreda».
ERC está batallando para que las plataformas tengan una cuota de su catálogo en lenguas cooficiales, algo que según el presidente va a ser innecesario porque él mismo se compromete a hacer un resumen en sede parlamentaria y en gallego, vasco y catalán de las series más relevantes, evitando a las plataformas «el engorro de tener que hacer doblajes innecesarios que además no darían explicación alguna al caballo blanco que, milagrosamente, salva a Arya Stark en el capítulo cinco de la octava temporada».
«Señores de Esquerra: Juego de Tronos no tiene solución, lo siento mucho», ha sentenciado el presidente.
Por su parte, ERC ha admitido esta mañana que aprobará los Presupuestos Generales haya acuerdo o no para la ley audiovisual «siempre y cuando Netflix, Amazon Prime o HBO se comprometan a producir un biopic de Pilar Rahola, una petición histórica del pueblo catalán».
