Habiendo cumplido hoy diez años de amistad inquebrantable, dos hombres han querido celebrar la complicidad y la confianza que les permiten ser abiertamente machistas cuando están a solas. Arturo Camuñas, de 31 años, y Francisco Sortra, de 33, han llegado a la conclusión de que son muy afortunados por disponer de ese espacio de seguridad misógina. “Con Arturito puedo hablar sin morderme la lengua y eso es un gusto”, se sincera Francisco en relación a los comentarios machistas sobre su exnovia que han podido compartir en la intimidad.
Cansados de tener que guardar las formas ante el resto de la gente, estos dos amigos han encontrado en su relación un espacio seguro en el que poder hablar libremente sin ser juzgados. “Ahora ya no se puede decir que las cómicas no tienen gracia porque enseguida te tachan de machista pero, por suerte, con Francisco podemos hablar sin tapujos de lo malas que son todas”, explica Arturo.
“A él puedo decirle cosas que en público me llevarían a la cárcel y eso es lo bonito de la amistad”, insiste Francisco emocionado. “Nos conocemos tan bien que a veces, con solo mirarnos, ya sabemos lo que estamos pensando”, reconoce Arturo en referencia a las miradas que intercambian cada vez que una mujer que les parece atractiva pasa cerca de ellos. “Al final vivimos en una dictadura de lo políticamente correcto que es insoportable”, lamentan.
“Si yo soy el primero que me esfuerzo por ser aliado, especialmente en redes”, declara Francisco. “Pero tener a alguien con quien poder ser tú mismo sin miedo a represalias, o a que te tachen de facha o de pederasta o cosas peores, es una suerte enorme”, añade emocionado. “Todos los hombres deberían tener al menos un amigo con el que poder hablar claro sobre las mujeres”, concluye.
