No fiándose del despertador y asumiendo que lo único que puede ayudarle a levantarse con eficacia es «el Estado opresor», M. Caldito del Viejo, un ingeniero de software de Badajoz, ha pedido al Cuerpo Nacional de Policía que le despierte mañana a las seis, según ha podido saber la prensa. «La policía no está solo para detener, también está para ayudar y yo les necesito mañana a las 6», ha explicado Caldito.
Según dice, la reunión a la que tiene que asistir es muy importante, pero sospecha que llegará tarde si las autoridades no le ayudan a desperezarse. «Solo las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado tienen potestad y herramientas judiciales para echar mi puerta abajo, entrar gritando en casa, sacarme de la cama y, llegado el caso, y tras las advertencias oportunas, ejercer la fuerza si ofrezco algún tipo de resistencia», dice este ciudadano. Advierte de que cuando tiene sueño es «otra persona» y se ve incluso capaz de exiliarse y de pedir asilo político en países con los que no haya acuerdos de extradición con tal de dormir cinco minutitos más, por lo que solicita firmeza a los agentes.
«Si me tienen que pegar… que me peguen», dice.
«Ojo, que me pongo muy farruco recién levantado: es imprescindible que actúen con firmeza, pues yo me opondré, puede que incluso violentamente, dando pie a un enfrentamiento con los agentes», insiste. Ha aconsejado a la policía acudir con un ariete para que los golpes le ayuden a despertarse.
Este ciudadano, que se define de izquierdas y simpatiza con el anarquismo, admite que «al menos por las mañanas» el hombre es un lobo para el hombre y es necesario recurrir al totalitarismo y al ejercicio del monopolio de la violencia.