Halloween ya está aquí y, como es una celebración relativamente nueva en España, es normal que los propietarios e inquilinos de viviendas todavía tengan dudas a la hora de entender sus códigos. Por eso nuestros expertos de Idealista te dan cinco claves para distinguir a los niños que vienen a tu casa a pedir caramelos de unos ladrones.
Los niños van disfrazados de ladrones. Si los niños van disfrazados de ladrones, con armas, pasamontañas y midiendo casi dos metros, es probable que no sean niños y realmente se trate de ladrones.
Vives en España y no en Estados Unidos, así que ningún niño va a las casas en Halloween. Si vives en Albacete, Ourense o Barcelona, lo normal es que las personas que llamen a tu timbre sean ladrones porque no vives en Estados Unidos, no eres estadounidense y nunca lo serás.
Cuando les preguntas si son ladrones se sonrojan y se ponen nerviosos. Si algo caracteriza a los ladrones es su honestidad. Si les preguntas si son ladrones y se ponen nerviosos y se sonrojan, claramente son ladrones y no niños.
En lugar de caramelos te piden joyas y dinero. Si en lugar de “truco o trato” te dicen “arriba las manos, esto es un atraco”, lo más probable es que estés ante una banda de ladrones y no ante unos niños hambrientos de dulce.
Los niños te han atado y amordazado en el desván. Si estás atado junto a tu familia en el desván, seguramente esos niños son unos ladrones profesionales y no están celebrando Halloween.