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Un trabajador del aeropuerto evita un nuevo 11-S tras requisar un tubo de pasta de dientes a una señora de 60 años

LA CARIES QUE SUFRIRÁ LA SEÑORA SE CONSIDERA UN DAÑO COLATERAL ASUMIBLE

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Las cámaras de seguridad del Aeropuerto Madrid-Barajas Adolfo Suárez lo registran con claridad: A las 10:57 horas de la mañana, una señora de 60 años intenta acceder a la zona de embarque con un tubo de pasta de dientes dentro de la mochila. Afortunadamente, un trabajador del aeropuerto lo ve a través del monitor y lo requisa evitando así un nuevo 11-S.

Presuntamente, la señora tenía intención de secuestrar el avión Madrid-Newark utilizando un tubo de pasta de dientes Colgate Total Advanced Aliento Puro. Por suerte, la seguridad del aeropuerto madrileño ha ido un paso por delante de esta terrorista en todo momento. “Cuando la pillamos se hizo la despistada”, declara Bruno Piqué, agente de seguridad de Prosegur. “Fingió que no sabía lo que estaba haciendo pero en sus ojos se podía ver que quería atentar contra algún lugar emblemático del mundo”, añade.

La Guardia Civil se dispone en estos momentos a detonar el tubo en un lugar seguro. “La gente se queja de las colas que se forman pero, si no vigilamos las pertenencias de los pasajeros, pueden colarse auténticas amenazas como esta pasta de dientes”, declara Bruno Piqué. La caries que sufrirá la señora se considera un daño colateral asumible. “Sus dientes dejarán de estar blancos, su aliento perderá frescura y pasará entre 10 y 15 años en la cárcel”, informa el agente.

Solo media hora después de que abortara el que iba a ser probablemente uno de los peores atentados de los últimos 20 años, este héroe de la seguridad volvió a evitar una tragedia al requisar un cortaúñas que llevaba un niño de ocho años en el bolsillo interior de la maleta de mano. “Los terroristas son cada vez más jóvenes”, lamentan desde el arco de seguridad. “Hemos salvado miles de vidas aunque hemos dejado unas uñas muy largas”, admite Piqué.

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