Un cliente del restaurante italiano Trattoria Lercio, en León, ha fallecido este mediodía de un tiro en el estómago después de haberse comido unos «espagueti western».
«Le advertimos de que el plato era fuerte y podía sentar mal», se excusa el camarero del local, que insiste en que el fallecido «engulló la comida muy rápidamente, favoreciendo que los ingredientes entraran todos de golpe y el estómago fuera demasiado pequeño para todos». Este hecho podría haber iniciado un duelo que acabó con un disparo que perforó la pared del estómago, como parece indicar el agujero de salida de la bala, justo encima del ombligo.
El asesino, en búsqueda y captura, podría esconderse en el intestino grueso
Un equipo de forenses intenta en estos momentos localizar al principal sospechoso: Giacomo Guindilla, conocido por su carácter irritable. Carteles con su rostro piden la colaboración de todos en el tracto intestinal. Se sospecha que se esconde en el intestino grueso, si es que no ha escapado ya por el túnel que lleva al ano.
«Si sale por ahí abajo, no lo atraparemos», admitía uno de los responsables de la investigación, preocupado porque «este tipo de ingredientes suele repetir».