Después de que el pasado mayo Isabel Díaz Ayuso arrasara en las elecciones a la Comunidad de Madrid al grito de “Comunismo o Libertad”, muchos madrileños han empezado a preguntarse qué hacer con tanta libertad, y más ahora que la presidenta ha decidido poner fin a las restricciones que limitan aforos en el ocio como consecuencia de la pandemia.
“Ser tan libre puede resultar asfixiante, sobre todo cuando tienes problemas para llegar a fin de mes”, aseguran los madrileños, muchos de los cuales han preguntado a Ayuso si no habría posibilidad de cambiar dicha libertad, o al menos parte de ella, por comida. “Un sistema sería canjearla por vales Carrefour. Con tres vales cualquiera podría renunciar gustoso a su libre albedrío y llevarse a cambio seis cartones de leche y una barra de pan”, sugieren.
Según los madrileños, “aunque la libertad es uno de los bienes más preciados por el ser humano, debemos reconocer que palidece al ponerlo al lado de otros bienes, como puede ser un kilo de chistorra”.
La nota discordante la ha puesto un grupo de madrileños del barrio de Salamanca al considerar que la libertad no es negociable, “a no ser que te den a cambio un iPad Pro”.