Era inevitable: ayer por la noche finalmente los antidisturbios se vieron obligados a actuar tras una jornada de intensas manifestaciones de tintes fascistas. Durante toda la tarde de ayer, en diversas manifestaciones por toda España se pudieron ver banderas de una antihomofobia radical. «No entiendo cómo es que esas banderas y toda esa simbología llena de odio no están prohibidas», dice un ciudadano escandalizado al ver las fotos de las concentraciones de ayer.
Fuentes de la Delegación del Gobierno afirman que las cargas policiales fueron «absolutamente inevitables» ante una turba violenta que llegó a proferir frases como «quiero ser libre», «no me matéis» e incluso «Ayuso, fascista, estás en nuestra lista», demonizando pactar con la ultraderecha.
«Esto no es como la manifestación de Colón, no te puedes quedar con los brazos cruzados y haciéndote fotos», explicaba ayer un antidisturbios a la prensa.
«La escalada de la persecución ideológica de estar a favor de los derechos humanos es opresiva y conviene que la Policía actúe con contundencia y determinación», explican desde la Delegación del Gobierno, insistiendo en que las fuerzas del orden «están obligadas a actuar ante determinadas manifestaciones ideológicas que no caben en un Estado de Derecho» y que en ocasiones, como la de ayer, «está justificado excederse en el uso de la fuerza si es para defender la libertad».