Podríamos estar ante las dos personas con mejor gusto del planeta: Isabel Ermita y Mateo Alcázar, una pareja de 36 y 37 años, han posteado en su Instagram una foto absolutamente rompedora en lo que a decoración de interiores se refiere. Y es que han ordenado su librería particular (los cinco libros que tienen) de una forma completamente original y que queda genial en las fotos: por colores.
Los libros siempre quedan bien en una estantería y dan mucha calidez a tu hogar pero si además los ordenas por colores puedes ver un precioso arcoíris: cultura y estética todo en uno. Y eso es lo que ahora preside el salón de Isabel y Mateo, una cascada de color de 15 centímetros de ancho que va del amarillo al rojo oscuro pasando por el rojo normal.
«Teníamos todos estos libros (cinco) y no sabíamos si ordenarlos por temática, por autor, por editorial… Y al final pensamos en ordenarlos por colores, porque todos tienen colores, y al final es una categoría más, ¿no? Todos los libros son de algún color», explica Isabel, que admite que se inspiró en Instagram y hacía tiempo que quería poner orden en su biblioteca.
«Hay dos libros amarillos, dos libros rojizos y un libro negro, así que dijimos: pues pondremos los dos amarillos juntos y los dos rojos juntos y luego el de color negro», explica Mateo con entusiasmo.
La pareja admite que ordenar una biblioteca con un criterio «más decorativo que editorial» es «una salvajada iconoclasta que no gustará a los ratones de biblioteca» pero solo hay que ver la fotografía de su salón, que ha quedado irreconocible, para comprobar que el esfuerzo merece la pena.
«A ver, es un poco caos porque no siempre recuerdas de qué color es cada libro y a veces estás mirando los de color rojo porque recordabas que uno de los libros de color amarillo era de ese color y al final no, era de los amarillos y acabas pasando un buen rato leyendo los cinco títulos en los lomos», explica Isabel. Según dice, los dos libros amarillos son de Paul Auster y de la misma editorial, lo que facilita las cosas.
Isabel y Mateo confirman que, antes de ordenarla, su biblioteca era más extensa pero que tiraron a la basura un libro verde porque no estaba claro en qué orden debía ir.
