Desagradable incidente el que se vivió ayer en el bar de copas del centro de Benidorm “El Chupitazo”. Después de unos meses delicados, Melisa Capillas, de 47 años, acudió con unas amigas a emborracharse para olvidar pero, según fuentes cercanas a la propia Melisa, acabó viendo doble sus problemas.
“En lugar de olvidar que me despidieron del trabajo, empecé a ver dos despidos”, se sincera la mujer todavía con el susto en el cuerpo. Lo que se presumía como una noche divertida sin problemas acabó convirtiéndose en un infierno con el doble de problemas. “En vez de dos ex parejas tocapelotas enviándome mensajes de madrugada, tenía cuatro”, declara.
Dentro de la mala experiencia, Melisa tuvo la suerte de poder contar con el doble de amigos. “Sí, fui con tres y a las dos horas eran seis. Eso se agradeció porque me sentí muy escuchada”, expresa. “Los dos camareros gemelos también se portaron de diez conmigo”, añade en referencia al único camarero que la atendió.
Melisa bebió tanto en la noche de ayer que la deuda económica que arrastraba se duplicó pero, en este caso, en la mañana de hoy sigue siendo doble. “Ahora tengo miedo de beber y de que la resaca pase a ser el doble de dura”, confiesa.