Tras decir «¿Me oyes? Yo te oigo y también te veo», Matilde Asensi, una mujer de 23 años que está intentando recuperar su vida social tras un año y medio sin ver a nadie a causa de la pandemia, se ha dado cuenta de que ha olvidado por completo cómo hablar, interactuar y, en definitiva, socializar con otras personas, según han relatado varios testigos. «Bueno, bueno, bueno. ¿Qué cafetería abrazará? ¡Vaya que sí!», ha dicho a su interlocutor, un amigo al que hace casi un año que no ve.
«Ahora vayamos a una cafetería de la terraza y al camarero del supermercado, café para todos. ¡Riquísimo! Yo pongo la tarjeta», ha propuesto a su amigo tras unos primeros minutos incómodos. Y ha añadido: «¿Gel hidroalcohólico? No: Fernando Simón, muchísimo mejor. ¡Vaya que sí!».
«Te hablo, di, di, di, di», ha dicho luego, según las fuentes. «No, di tú. Di tú. Vale. Tazas», ha sentenciado.
Los testigos han dicho que la mujer, al despedirse, ha gritado «¡Un abrazoooo!» y le ha clavado un tenedor en el ojo a su interlocutor, persiguiéndole luego durante unos minutos mientras le aplaudía y exclamaba «¡Sillas de los pollos, volvemos a vernos ahora mismo pronto 2050!».