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Ya se ha formado una isla de ‘totebags’ en el Pacífico

YA HAY TORTUGAS ENREDADAS EN LAS ENORMES ASAS DE TELA

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Tras hacerse tan comunes como las bolsas de plástico, las bolsitas de tela conocidas como totebags han reproducido el ciclo natural de las antiguas bolsas de un solo uso y ya pueden encontrarse en entornos naturales, ríos, estanques y en los océanos. Esta semana, organizaciones ecologistas como Greenpeace han alertado de que ya hay una enorme isla formada únicamente por restos de bolsas de tela que vaga a la deriva en el Pacífico.

Este continente de totebags (conocido como The Great Pacific tote patch o Pacific tote vortex) ha alcanzado ya un tamaño que se estima entre 710.000 km² y 17.000.000 km² y está formado por concentraciones excepcionalmente altas de fragmentos de tela, tickets de la compra y restos de logos hipsters. “Hay que dejar de usarlas cuanto antes, miles de tortugas están muriendo enroscadas en sus enormes asas de tela”, explica John Lumix, un oceanólogo canadiense.

Pese a la alarma difundida por los ecologistas, muchas personas consideran que es “antiecológico” llevar la bolsa de la compra formada por multitud de envases de plástico en bolsas de plástico.

“¿Volver a usar bolsas de plástico? Prefiero llevar todo mi plástico en bolsas de tela, gracias. No soy un monstruo”, dice Isabel Rojas, una ciudadana de Barcelona que admite tener más de 250 bolsas de tela acumuladas en casa. 

“Esta mañana me han dado tres: una en la pescadería, otra en la gestoría y una tercera, inútilmente pequeña, en la farmacia”, explica.

“Admito que tengo demasiadas y que, de hecho, tiendo a acumularlas en un armario de la cocina donde guardo unas bolsas de tela dentro de otras porque me sabe mal tirarlas”, explica. Admite, eso sí, que cuando hace limpieza las utiliza para bajar la basura o las tira directamente. 

Al ser preguntados, los ecologistas han recordado que dejar de usar bolsas de tela para volver a las de plástico tampoco es una opción y que la única solución viable es llevar la compra de un sitio a otro usando únicamente las manos o comerse la comida directamente en el supermercado.

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