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Recordamos las ‘performances’ más impresionantes de Marina Abramović

Abramović, distinguida este año con el Premio Princesa de Asturias de las Artes, es una de las artistas más influyentes de las últimas décadas, estando sus obras caracterizadas por una voluntad de permanente cambio. Estas son algunas de las más icónicas:

Separación de The Beatles (1970)

En colaboración con Yoko Ono, y a medio camino entre el arte conceptual y el entretenimiento de masas, la primera gran performance de Abramović fue sembrar la discordia en el grupo The Beatles y forzar su separación. “Quería romper algo bonito”, explica en sus memorias. Abramović define esa época como una de las pocas en las que fue feliz. 

Red Bull Stratos (2012)

El 14 de octubre del 2012, Marina Abramović saltó al vacío desde 38.969 metros de altura, en la estratosfera, rompiendo la velocidad del sonido. El salto fue de las acciones más mediáticas que se han llevado a cabo a nivel mundial.

Puñetazo a Rajoy (2015)

Este es otro de sus trabajos más recordados. En esta “moving picture”, tal y como la definió ella, la artista le pegaba una hostia a Mariano Rajoy, presidente español, en vísperas de los comicios generales de 2015.

Declaración Unilateral de Independencia (2017)

La artista serbia hizo lo impensable: declarar la República Catalana para dejarla en suspenso a los ocho segundos. “Europa ens mira”, dijo Abramović en la que es, sin duda, una de sus ‘performances’ más recordadas e influyentes.

Exhumación de Francisco Franco (2019)

La artista, galardonada con un Princesa de Asturias, en su exploración constante de nuevas formas expresivas logró que el presidente español Pedro Sánchez se decidiera a exhumar a Francisco Franco. Lamentablemente, Abramović no logró enterrar al dictador en el Moma, tal y como tenía planeado en sus esbozos.

Pandemia Mundial (2020)

A lo largo de cinco décadas, Abramović ha experimentado en torno a los límites del cuerpo -su propio cuerpo- con el propósito de desdibujar las fronteras de la obra artística y democratizar la experiencia performática a partir de un contacto estrecho y pasional con los espectadores. Organizar una pandemia mundial que ha costado millones de muertos ha sido su última gran obra.

The artist is present (actualidad)

Desde hace algunos años, Marina Abramović se cuela en las casas de gente anónima y, mirándoles a los ojos, les dice “la artista está presente”. Los propietarios del domicilio se ven obligados entonces a darle de comer, facilitarle una cama y a sufragar sus gastos artísticos durante el tiempo que la “abuela de la performance” decida quedarse a vivir allí. Al marcharse, se despide con la frase “la artista ya no está presente”.