Saliendo a la superficie abriéndose paso entre los cascotes, el secretario general de la ONU, António Guterres, ha exigido hoy a israelíes y palestinos que detengan de forma inmediata los combates y vuelvan a la mesa de negociaciones para avanzar hacia la paz. Lo ha hecho minutos después de que un ataque aéreo de Israel derribara el edificio de 39 plantas donde tiene su sede la entidad, en Nueva York.
El jefe de la organización mundial ha advertido de que los combates pueden arrastrar a «israelíes y palestinos a una espiral de violencia con consecuencias devastadoras para las dos comunidades» y ha puesto como ejemplo el ataque a Naciones Unidas.
Guterres también se ha declarado muy preocupado después de que el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, lo haya amenazado con matar a toda su familia si continúa presionando a los israelíes en vez de apoyar los ataques contra Palestina.
«Palestina debe cesar de inmediato las hostilidades para que los israelíes no tengan que seguir defendiéndose», ha zanjado Guterres mientras seis cazas de la Fuerza Aérea Israelí sobrevolaban por encima de su cabeza, aún polvorienta y ensangrentada.