«Poco a poco vamos volviendo a la vieja normalidad, ya era hora», insistía esta mañana José Andrés Berruelas mientras daba cuenta de un café con leche y una palmera de chocolate en el bar del barrio. Este segoviano de 72 años argumenta que «empieza a notarse el hartazgo de la gente» y se mantiene optimista «porque empezamos a ver la luz al final del túnel».
Lamenta el hombre que «esto de ahora ya nos parezca hasta normal». Dice que «la gente aguanta lo que le echen pero todo tiene un límite». Aunque duda que ocurra antes de este verano y pronostica «como mínimo un año más de esto», cree que España acabará recuperando la vida de antes «y de todo esto ni nos acordaremos pasado un tiempo».
«La clave está en que los responsables hagan lo que hay que hacer y el resto los sigamos, nada más. Hay que mantener la confianza y no hacer el tonto», insiste Berruelas.
El segoviano ha acabado su reflexión en voz alta confesando que echa mucho de menos a los suyos, y ha sido cuando ha mencionado a Francisco Franco, Carlos Arias Navarro o Luis Carrero Blanco que todo el mundo ha comprendido que en ningún momento estaba hablando de la pandemia.