Considerando, después de años de ruegos y súplicas, que la vía de la negociación resulta insuficiente, las abuelas han anunciado esta semana que se querellarán contra los nietos que, saltándose sus recomendaciones, salgan a la calle insuficientemente abrigados.
«¿Así vas a salir? Nos veremos en los tribunales», ha advertido una anciana de Madrid a su nieto, Javier de la Cruz Rodríguez, que tendrá que buscar un buen abogado porque ha salido esta mañana de casa con una vestimenta veraniega pese a que la temperatura ha bajado considerablemente en la capital estos días.
Como Javier de la Cruz, son muchos los nietos que siguen creyendo que sus abuelas no cumplirán la amenaza. Algo que la Unión de Abogados Españoles desmiente con datos: «En las últimas dos semanas, se han admitido a trámite más de 500 demandas por conducta temeraria interpuestas por ancianas contra sus propios nietos, la cosa va en serio», confirman desde la entidad.
Aunque los propios letrados advierten de los peligros de judicializar las relaciones entre abuelas y nietos, reconocen también que, desde la borrasca Filomena, las ancianas están «dispuestas a todo» para que nadie de la familia pase frío por no haber tomado precauciones.
