Tras la vacunación irregular de las infantas doña Elena y doña Cristina, y para demostrar ejemplaridad y transparencia, Felipe VI se ha desmarcado de cualquier cosa que hagan sus hermanas, “su padre el rey Emérito, su cuñado Iñaki Urdangarin o cualquier otro miembro de su familia, incluido él mismo”. “Hay que marcar distancias respecto a lo que hagan personas individuales como, por ejemplo, Felipe VI”, han recordado desde la Casa Real en un comunicado difundido esta mañana.
“Felipe VI no es responsable de nada de lo que haga, no mezclemos las cosas”, piden desde la Corona.
“Una cosa es lo que haga el primogénito de Juan Carlos I y otra cosa es lo que haga el rey de España. Felipe VI es hijo del rey emérito y, por tanto, no es de fiar, por lo que Felipe VI prefiere marcar distancias consigo mismo para no perjudicar a la institución”, explica una fuente de la Casa del Rey. Así, si en algún momento, ahora o en el futuro, se descubriera que Felipe VI ha cometido una irregularidad, quedaría claro que Felipe VI no ha tenido nada que ver y que, por tanto, no se le puede imputar ningún delito.
“El Rey no puede responder por lo que haga ningún miembro individual de su familia ni tampoco por lo que él mismo haga”, reiteran desde la Casa Real.
Felipe VI ya dejó fuera de la Familia Real a su padre y a las infantas hace algunos años y, de hecho, el número de miembros se ha reducido tanto que, en estos momentos, solo pertenece a la misma un gato llamado Manolines.