Aunque cayó en la cuenta demasiado tarde, cuando ya había hecho una compra por valor de 120 euros, una señora de Badalona denuncia que la persona que la atendió ayer por la tarde en la librería Aloma, una tienda «del barrio, de toda la vida», era en realidad el dueño de Amazon, Jeff Bezos, torpemente camuflado con una peluca.
«Podría haber hecho la compra en Amazon sin salir de casa pero estoy comprometida con el apoyo al comercio local», explica la mujer, que ahora está convencida de que «Amazon se ha infiltrado incluso en lo que nosotros creemos que es comercio de barrio y la prueba es que ese señor que me atendió ayer en la librería hablaba un español muy precario y era claramente Bezos». Añade la clienta que «fue incapaz de recomendarme un libro, se limitaba a decir que todos eran muy buenos, asintiendo con la cabeza y diciendo ‘Compre, compre'».
En estos momentos, la librería Aloma permanece cerrada con un cartel que reza «Cerramos por inventario, volvemos pronto». En el barrio todos creen que Bezos está intentando ocultarse una vez descubierta su identidad.
«Se supone que el señor Vicens, el de la zapatería de toda la vida, se ha jubilado y ahora el negocio lo lleva su hijo. Pero me pregunto por qué el hijo tiene ese acento mexicano y se parece tanto al jefe de ventas para Europa de Amazon», comenta otro vecino de Badalona.
Crecen las sospechas que apuntan a que Amazon está adoptando técnicas de venta propias del comercio local para confundirse con los pequeños comercios. «Los repartidores te dicen ‘Ay nena, que vi ayer a tu Antonio, qué mayor está’ y te entretienen con anécdotas del barrio, sacadas probablemente de la Wikipedia, para que te olvides de que son una multinacional voraz que se está adueñando de todo», sugiere Josep Fruis, presidente del Gremi de Comerciants de Badalona.
