A raíz de los casos de humillación de los últimos años, el Fútbol Club Barcelona ha decidido cambiar de sede con el objetivo de borrar su pasado y empezar de cero. El conjunto catalán dejará de jugar en el Camp Nou y buscará un nuevo estadio que no se pueda asociar a las derrotas de estas últimas temporadas.
Con esta medida, la directiva del Barça confía en que sus aficionados olviden la mala gestión y los pésimos resultados que han cosechado últimamente. “Mantendremos a los mismos jugadores, la misma camiseta y el mismo entrenador, pero jugaremos en un estadio nuevo y todo será completamente diferente”, ha explicado la comisión gestora que dirige el club.
“Ya no hablaremos más de la Champions, eso es historia”, han insistido los directivos. De hecho, el Barça está trabajando a destajo para no volver a jugar esta competición nunca más. “Todos nuestros disgustos vienen de ahí, así que en nuestro estadio nuevo no sonará el himno de la Champions”, han prometido.
Como el Camp Nou quedará sin uso, desde el Barça ya están valorando regalárselo al Atlético de Madrid. “Es un estadio viejo y seguramente ya no le puedan sacar mucho partido”, declaran.