Han tenido que pasar 41 años desde el lanzamiento de su primer reproductor de casete portátil para que la compañía Sony reconozca finalmente que el botón «Mega Bass» que incorporaban algunos de sus modelos de Walkman «no hacía nada».
«Se decía que reforzaba los graves. El botón no estaba conectado a nada, sacamos la idea del sector automovilístico, que estaba teniendo mucho éxito con el turbo, que tampoco hace nada», comenta Kenichiro Yoshida, director ejecutivo de la marca. «Yo no estaba entonces en la empresa y probablemente todos los que usaron un Walkman en su día han muerto ya de viejos, pero creemos que Sony debía una explicación y quizá también una disculpa», agrega.
El hecho de que Sony asegure que tomó la idea del turbo ha provocado ahora un verdadero terremoto en la industria automovilística, ya de por sí sacudida por la bajada de las ventas. «Que sí se nota, hombre, cuando pisas fuerte el acelerador notas como ese empuje del turbo, ¿no?», declara Jim Farley, máximo responsable de Ford. «El turbo intercooler igual sí que no hace nada, pero el turbo, turbo, ya os digo yo que pega fuerte», promete.
Todas las sospechas se centran ahora en el Bluetooth, una tecnología que, en realidad, nadie nunca ha logrado que funcione.
