«Olvidamos muy rápido lo que pasó aquí, en nuestro país, cuando el señor Iglesias me sacó a rastras de La Moncloa apoyado por una multitud de fanáticos». Con estas palabras reconocía hoy el líder del Partido Popular, Pablo Casado, que las imágenes del asalto al Capitolio en Estados Unidos le traen recuerdos amargos, de cuando fue ilegítimamente despojado del poder en España.
Asegura Casado que «el populismo se ha convertido en nuestro día a día y ya no nos acordamos de esa España en la que mi partido gobernaba con el apoyo de la mayoría de españoles. Nos sorprende lo que vemos en el Capitolio cuando a mí me expulsaron de la presidencia arrastrándome literalmente por el suelo, amenazándome de muerte entre gritos de ‘fascista’ y ordenando a perros rabiosos que me atacaran en la yugular».
«Lo recuerdo y parece que fue un mal sueño. Pero ocurrió», reitera el líder de la oposición. «Esta cicatriz que tengo en el costado me sigue doliendo cuando hace mal tiempo y sirve de recordatorio de los peligros del populismo», dice.
«Me obligaron a copular con un cerdo. Estas cosas se te quedan grabadas», concluye.