Primer susto en la Casa Blanca desde la toma de posesión de Joe Biden. El nuevo presidente de Estados Unidos ha requerido asistencia médica urgente hace dos horas, después de sufrir un infarto provocado por un sobresalto. Según fuentes de su equipo, Biden se sentó en la silla del despacho oval sin percatarse de que había en ella un cojín de pedos «Whoopee». Al presionarlo con el trasero, el cojín emitió un ruido que alteró al mandatario.
Biden se ha recuperado del infarto y descansa en estos momentos en la residencia presidencial, aún monitorizado. Su equipo de seguridad rastrea a fondo la Casa Blanca en busca de otras «desagradables sorpresas» que pudieran esconderse en el edificio, como cubos llenos de agua helada sobre las puertas o pieles de plátano en los pasillos.
«Whoopee!», habría exclamado Donald Trump al conocer el percance de su sucesor. Una reacción que, para muchos, despeja definitivamente cualquier duda sobre el origen del cojín de pedos.