Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, ha comenzado hoy su rueda de prensa diaria mostrando un enorme martillo que “ayudará de forma definitiva a aplanar la curva de contagios en la que el país se encuentra inmerso”.
Según Simón, ha sido gracias a este Doblegador de Curvas -nombre con el que se ha referido al martillo a lo largo de toda su comparecencia- que “hemos podido superar finalmente el pico de la tercera ola”. A modo de prueba, el epidemiólogo ha mostrado un gráfico de la incidencia de los contagios de las dos últimas semanas, gráfico que a continuación ha destrozado a martillazos.
Preguntado por una alternativa más científica, como por ejemplo endurecer las restricciones, Simón ha replicado que “El Doblegador de Curvas será un crujir de huesos, quebrará las bocas de aquellos que osen salir sin mascarillas, destruirá los locales de ocio donde las bestias del averno fornican sin control”. Ha rematado su respuesta con un potente martillazo que ha hecho saltar por los aires el atril.
Para Simón, en estos momentos El Doblegador del Curvas es la única alternativa viable para aliviar la creciente presión hospitalaria ya que, con esta misma arma, se logró acabar “con Gormoth, el Demonio de los Abismos del Valhalla”.
Con las polémicas por sus comentarios sobre las enfermeras, la Navidad, las contradicciones acerca del uso de las mascarillas y, ahora, El Doblegador de Curvas, cada vez son más las voces que ponen en duda la idoneidad de Simón para continuar en el cargo, una cuestión que ha vuelto a poner sobre la mesa la reciente salida de Salvador Illa del Ministerio de Sanidad. “El altar de la Ciencia nos exige sacrificios”, ha asegurado Fernando Simón mientras alzaba por encima de su cabeza El Doblegador de Curvas, para arrojar a continuación el martillo sobre el periodista que ha insinuado que su valía está en entredicho.