Carles Puigdemont tiene asegurado su presupuesto de 2021, una gesta con la que los independentistas no podían ni soñar hace unas semanas. ¿El motivo? Los españoles, distraídos al parecer con la pandemia y las restricciones navideñas, han olvidado completamente practicar el boicot al cava catalán estos días.
Los envíos de cava, principalmente realizados desde Cataluña, han crecido estas fiestas más de un 70% con respecto al mismo periodo del año anterior. «Se ha notado muchísimo el despiste», confirma Joaquín Gámez Visairas, del Consejo Regulador del Cava. «Los catalanes están brindando por el logro, afianzando aún más el crecimiento», añade.
«Hostias, el boicot. Pues a lo tonto habré comprado cinco o seis botellas estas navidades. Esto sí que ha sido un fallo y no los del Supremo», admitía esta mañana Paco Capellanes, de Madrid. Otros muchos se llevaban las manos a la cabeza y lamentaban que «este Gobierno que le ríe las gracias al separatismo» no haya impulsado campañas oficiales para recordar el boicot a los productos catalanes, «que es una tradición tan española como la propia Navidad».
Esta misma semana, Carles Puigdemont se dirigirá a los españoles para agradecerles personalmente los 235.044,59 euros que ha recibido «para pasar este año que se prevé largo y complicado».
