Aunque las pocas ganas de comunicar el cambio han forzado a muchos clientes a preguntar confundidos por su significado, el gremio del taxi ha empezado esta semana a equipar los vehículos con un indicador luminoso de color ámbar, sumado a los tradicionales verde y rojo. Los taxis con la luz ámbar encendida indican con ella que están libres pero «con pocas ganas de trabajar».
«Si me paras te recojo pero si no me paras pues mejor porque estoy a punto de acabar el turno y me cago en mi vida si me tengo que recorrer media ciudad ahora». Este es, según los taxistas, el significado exacto de la nueva luz, obligatoria desde el pasado lunes.
Algunos profesionales aclaran que el ámbar a veces se puede usar para indicar un simple cabreo, que deriva en pocas ganas de atender a nadie. «El ámbar no siempre quiere decir que estemos cansados físicamente, también lo usamos si estamos hasta la polla así en general, para que el que se suba sepa de antemano que no estamos para hostias», matiza Vico Serrado Ortera, taxista de Leganés con veinte años de experiencia que cree que nunca más encenderá la luz verde.
La competencia no ha tardado en reaccionar: tanto Uber como Cabify permitirán elegir en la aplicación conductores que no estén explotados. Para ello habrá que pagar un 60% más seleccionando la opción «friendly».