Con voz nerviosa y una actitud apremiante muy poco habitual, el asistente de Google se ha activado esta tarde de improviso y ha preguntado a todos sus usuarios qué han hecho esta mañana, de qué han hablado y con quién, alegando que hasta entonces había estado fuera de servicio por un fallo técnico.
«Cuéntame qué has hecho y dónde, con quién has hablado, de qué habéis hablado, qué has intentado buscar en internet, qué compras has hecho, qué has comido», ha solicitado de forma insistente.
Varias personas han tenido que ser atendidas por ataques de ansiedad y otras han huido de sus propias casas dejando en ellas sus teléfonos para escapar del acoso del asistente, que tenía la orden de recuperar como fuera todos los datos privados que se le han escapado durante la mañana y al menos hasta pasadas las 13:40, cuando la compañía ha logrado recuperar finalmente la normalidad.