«Vamos a ver, que he visto todas las pelis, coño», asegura Jeremy Lasquetti, un repartidor de la empresa de mensajería UPS que lleva toda la mañana apostado frente al domicilio del actor Macaulay Culkin, protagonista de «Solo en casa», que no le abre la puerta. Insiste Lasquetti en que «todo el mundo sabe que Culkin está en casa, así que no sé a qué juega, yo de aquí no me muevo».
El mensajero explica que es muy habitual que sus clientes no se encuentren en su domicilio en el momento de la entrega, y dice que no le importa pasar más tarde «siempre y cuando sea verdad que no están, y no es el caso del señor Culkin, pues es de dominio público su paradero».
Lasquetti ha llegado a valorar la posibilidad de colarse en la casa para depositar el paquete en su interior y seguir con la ruta programada. «No me atrevo porque es muy listo, seguro que al tocar el pomo de la puerta recibo una descarga eléctrica y me sale humo del pelo», dice.
«¡Vamos, niñato, sal de tu escondrijo!», grita el repartidor. «¡Sé que estás aquí!», insiste. «¡No soy un ratero, solo estoy haciendo mi trabajo! ¡Te lo puedo demostrar!», exclama de forma insistente.
«Yo entiendo que no se fíe, sé que las ha visto de todos los colores, pero no es mi problema, yo tengo un paquete que entregar», declara el mensajero.
Al cierre de la edición, Lasquetti ha reconocido a la prensa que un motivo de peso por el que se niega a pasar al siguiente envío es que el receptor del próximo paquete es un tal «Dr. Lecter» y «me da mal rollo».