El cohete Vega, que transportaba el primer satélite español de observación terrestre SeoSat-Ingenio, se ha desviado de su trayectoria poco después de ser lanzado la pasada madrugada desde el puerto espacial de Kurú, en la Guayana Francesa, y ha acabado en un bar del centro de Madrid frente a unas bravas y unas cervezas.
Según informaron los técnicos desde el centro espacial en la transmisión televisada por la Agencia Espacial Europea (ESA), se produjo una anomalía en la trayectoria prevista justo después del encendido del motor de la última etapa del cohete y este acabó aterrizando en la mesa número dos del Bar Manuel, coincidiendo con la hora de los carajillos a mitad de precio.
Desde su llegada al bar, el satélite español ha repostado en la barra en varias ocasiones, aunque desde la ESA sostienen que despegó con el tanque totalmente lleno. Ingenio debía situarse en una órbita heliosíncrona, a una altitud de aproximadamente 670 kilómetros desde donde escudriñaría la Tierra, pero finalmente eso lo está haciendo desde la mesa del bar junto a los demás parroquianos.
Sin necesidad de salir al espacio exterior, el satélite ha hallado con éxito un menú a 9,90 euros y también ha detectado vida en una ensaladilla rusa. La Agencia Espacial Europea ya está tratando de recuperar el satélite, pero hasta que el camarero no le traiga la cuenta este no se irá a ningún sitio.
El artefacto era uno de los grandes orgullos de la ingeniería aeroespacial española y el primer satélite de observación, pero finalmente lo único que ha observado es a la camarera del Bar Manuel, llegando incluso a lanzarle algún piropo de dudoso gusto. Luego, se ha acoplado con éxito a la máquina tragaperras, donde sigue en estos momentos.
La ESA confía en que, mañana por la mañana, el satélite vuelva haciendo eses al puerto espacial, donde intentarán rehabilitarlo dándole ibuprofeno y dejándole dormir unos días.