Solo puede ganar uno. Con esta premisa como guía, los algoritmos de Facebook y Twitter llevan horas intentando proclamar vencedor a su candidato a la presidencia de Estados Unidos, saboteándose el uno al otro. Facebook aprovecha para silenciar los datos que certifican el avance de Joe Biden mientras Twitter censura directamente los mensajes de Donald Trump en una guerra sin cuartel de operaciones matemáticas.
Mientras Twitter convertía en ‘trending topic’ el hashtag #BidenWins y bloqueaba varias cuentas de bots de ultraderecha, la red de Mark Zuckerberg intentaba distraer a los encargados de contar los votos mandando a sus móviles notificaciones con solicitudes falsas de amistad y permitiendo así que el candidato republicano ganara tiempo y exigiera la interrupción del recuento.
Las encuestas de los usuarios de Facebook concluyen todas que «Ya está, ha ganado Trump» y las de Twitter sentencian lo contrario. La ciudadanía, expectante, aguarda pacientemente mientras la informática decide cuál de las dos vías de manipulación de la realidad informativa se acaba imponiendo.