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Un niño prodigio logra licenciarse en Derecho a los nueve años y ya está trabajando en el McDonald’s

HA EMPEZADO MUCHO ANTES DE LO NORMAL LA TRAYECTORIA PROFESIONAL QUE LE CORRESPONDE

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Miguel Sanchís, un niño andaluz de tan solo nueve años, se ha convertido en la persona más joven en obtener un grado universitario en España, concretamente una licenciatura en Derecho, un programa académico de varios años que él ha logrado completar en solo ocho meses. De hecho, el niño lleva ya varios días trabajando en un establecimiento de McDonald’s. “He llegado a mi destino un poco más rápido que los otros niños, pero en todo lo demás soy un niño normal”, explica Sanchís, que trabaja de 8:00 a 14:00 de lunes a sábado, como si fuera un adulto.

“Empecé la escuela primaria con cuatro años, pasé a la secundaria con seis y entré en la Universidad el pasado enero, con nueve años. Y ahora ya estoy trabajando de lo mío”, ha explicado a la prensa desde el McDonald’s del Parque Comercial Parque Albán, donde sus compañeros lo han acogido con tanto cariño como curiosidad. “Es uno más”, dicen los otros trabajadores, quitándole importancia a su juventud pero sin dejar de hacerse fotos con él. 

“Juega al ‘Minecraft’, ve series de Netflix y le gustan los muñecos”, sostiene la madre, quien cree que Miguel “hace las mismas cosas que cualquier niño de su edad”, con la diferencia de que “sabe más, es mucho más listo, tiene más estudios, suelta datos sobre cualquier cosa” y de que ahora “realmente con el trabajo tiene poco tiempo para estar con amigos, pero es lo que le toca ahora, supongo…”.

Según explican sus padres, el menor tiene un coeficiente de inteligencia de 145, lo que le ha permitido terminar sus estudios antes de tiempo. Dicen que el niño ya apuntaba maneras de pequeño, cuando sus padres empezaron a notar que no tenía mucho interés en los juguetes y le costaba relacionarse con otros niños de su edad y que, de hecho, le ha gustado el McDonald’s “desde bien pequeñito”, por lo que es un orgullo que ya esté haciendo carrera ahí. 

Los Sanchís opinan que no hubiera sido posible obviar la inteligencia de su hijo y que, por el contrario, «es importante darle a Miguel la oportunidad de continuar desarrollándose académicamente y, tras eso, en la trayectoria natural de una persona adulta ya licenciada y que solo puede encontrar trabajos precarios”.

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