Un hombre de Zaragoza ha comunicado esta semana su intención de donar su cuerpo a la pseudociencia. Jota Pueyo asegura que su compromiso con el avance de las teorías incompatibles con el método científico es total y que «si el estudio de mi cuerpo puede servir para inventar nuevos descubrimientos, quiero que dispongan de él».
Pueyo lleva años cediendo sus posos de café para contribuir a la futurología y dona también sangre cada mes para sacrificios rituales. «Es una cuestión de responsabilidad y de ser conscientes de que tenemos que dejar a nuestros hijos un mundo más irracional».
«Cuando estudiaba también participé en estudios cediendo mis muñecas para que probaran pulseras, imanes y de todo. Luego te daban un bocadillo», comenta.
Jota Pueyo ya se ha comprometido a donar su cadáver el día uno de febrero de 2039, momento en el que, según la pitonisa Rosayde Psykya, abandonará el mundo de los vivos por una infección de chip cerebral.
«Si con mis testículos hacen un amuleto o fabrican un collar de círculo de karma con mis dientes, mi muerte no habrá sido en balde», sentencia.