El maestro italiano Ennio Morricone, que acaba de fallecer, atesoraba una incomparable carrera de compositor cinematográfico que el destino había esquinado injustamente hasta que en 2016, en el Teatro Dolby, en Hollywood, Morricone se llevó la ovación más larga de la noche, con el auditorio en pie, y recibió al fin una estatuilla por la banda sonora de Los Odiosos Ocho. El Mundo Today mira a los momentos claves de su trayectoria como compositor:
1964 – Per un pugnieretto di dollaricci
Silbidos, arpas de boca, trompetas y otros instrumentos aderezan una de las bandas sonoras más reconocibles de todos los tiempos y en las que también se escuchan sonidos que emulan chasquidos, latigazos, bocinazos, un bebé llorando, un televisor, dos caballos discutiendo sobre impuestos, disparos, dos personas preguntando ‘qué has hecho, Dios mío, qué has hecho’, dos personas escondiendo un cadáver, dos personas siendo perseguidas por la policía, un juicio, 40 años de condena e incluso se puede oír en algún momento un ruido que recuerda a la madre de Ennio Morricone diciéndole que deje de hacer ruido en su habitación y baje a comer.
1965 – Per qualche dollare in più più, dai dai, andiamo
La colaboración entre Morricone y Leone continuó con un film que también es hoy un clásico absoluto del género. Sobresale por su violencia, reflejada en un tenso tema titulado “Déjame, lo nuestro quedó atrás”.
1966 – El bueno, el feo y el malo
Tuvo tanto éxito que el álbum de la película llegó a dominar las listas durante más de un año, logrando alcanzar la cuarta posición en el ranking de álbumes pop. Pese al éxito, las desavenencias entre los tres integrantes del grupo acabarían pasando factura, especialmente porque el malo era un lastre para los otros dos. Finalmente, el bueno acabaría separándose del trío para hacer carrera en solitario y el feo y el malo perdieron mucho gancho comercial como dueto.
1968 – Hasta que llegó su hora
El hecho de que Charles Bronson se tragara una armónica al principio del rodaje explica que su personaje apenas hable en todo el film y que, de hecho, se oiga una armónica todo el rato.
1982 – África
De Toto.
1984 – Érase una vez en América
Esta película de casi cuatro horas de duración hizo que Morricone cambiara su manera de trabajar para siempre y a partir de entonces cobrara por minutos y no con un precio cerrado por película.
1986 – Renault Super 5 Turbo
Morricone aprovechó que los miércoles por la tarde de marzo del 86 los tenía libres para componer la sintonía de uno de los anuncios más llamativos de ese año. Fue él quien pensó en la frase ‘La ventaja de vivir… en Supercinco’.
1990 – La boda de Vincenzo
El compositor siempre defendió que la banda sonora que hizo para la grabación de la boda de su sobrino es su mejor trabajo pese a que consiste en una improvisación silbada que hizo borracho mientras el cámara grababa. Vincenzo siempre lamentó que por culpa de su tío apenas se oiga el ’Sí, quiero’ de la ceremonia.
1988 – Cinema Paradiso
Esta cinta, que es un canto de amor al cine, acabó convirtiéndose en uno de los varios himnos cinematográficos escritos por el maestro pese a la presencia de la Mala Rodríguez rapeando encima de todas las composiciones.
2015 – Los odiosos ocho
Tras las 792 llamadas de Quentin Tarantino, Ennio Morricone finalmente accedió a componerle una banda sonora inédita y le envió la composición de La voglia matta (1962).