El consejo de Ministros ha dado luz verde este martes a un anteproyecto de una nueva Ley de Residuos que obliga al sector de la hostelería y la restauración a ofrecer a los clientes la posibilidad de consumir, de manera gratuita, agua no envasada y en la que el camarero o el dueño del establecimiento podría haber escupido o no. Según Alberto Garzón, ministro de Consumo, “es un gran avance no solo en lo que refiere a reducir residuos, sino también para dar libertad de elegir al consumidor”.
Así, una vez se apruebe la ley, los camareros estarán obligados a ofrecer a los comensales “agua no envasada… en la que podría haber caído cualquier cosa, porque no está envasada y claro, está a la intemperie, a merced de cacas de pájaro, polvo, arañas y fluidos raros aunque probablemente esté OK y limpia, fresquísima”.
El texto contempla que el agua gratis no será una opción que deba pedir el cliente, sino que formará parte de la oferta misma, por lo que deberá constar en las recomendaciones de los hosteleros con frases como “¿Un poquito de agua gratis en una jarrita que hasta ahora usábamos para orinar detrás de la barra? ¿Agua embotellada? ¿Un vinito? Ustedes digan”.
La ley también prevé prohibir los cubiertos de plástico de un solo uso, por lo que una vez aplicada en los restaurantes solo se podrán utilizar cucharas y tenedores que ya hayan estado previamente en la boca de alguien.