Las pinturas y los grabados de Altamira han sido objeto de polémica esta semana debido a que muchas personas han exigido que se retiren por considerar que hacen apología de la tortura animal. Diversos grupos opinan que estos ejemplos de arte rupestre perpetúan el maltrato animal y han hecho presión para que se borren.
En las pinturas de la cueva se pueden ver dibujos de varios bisontes que los hombres del paleolítico pretendían cazar después. “Es una vergüenza que en pleno 2020 se le sigan riendo las gracias a esos retrógrados”, lamenta Lorena F., una joven animalista de Santander, en referencia a las personas que hicieron esos dibujos hace unos 30.000 años. Critica además que la Unesco ampare este tipo de contenidos.
Los responsables de la Cueva de Altamira y Arte Rupestre Paleolítico de la Cornisa Cantábrica se han comprometido a incorporar advertencias previas que pongan en contexto la obra y pidan perdón por la apología del maltrato animal y la violencia. Estudiarán también la sugerencia de añadir pinturas con escenas «familiares, integradoras y con mayor presencia de mujeres».
«No es suficiente. Yo no quiero que mis hijos, jugando, acaben metiéndose en una cueva donde se les exponga a este tipo de cosas», se quejaba esta tarde en Twitter otro visitante indignado.
De momento, las cuevas se cerrarán al público hasta que se decida cómo proceder.
