Acostumbrarse a la nueva normalidad no está resultando tarea fácil para la mayoría de la población. Sin ir más lejos, esta semana el Instituto Nacional de Estadística (INE) ha revelado que dos de cada tres españoles salen a la calle con bozal paseando a un perro con mascarilla. “En muy poco tiempo ha habido muchos cambios y es normal que la gente se confunda”, afirma el sociólogo Brian Martínez Torres.
Sanidad ha advertido de que los bozales no evitan los contagios entre humanos y que las mascarillas no evitan los mordiscos de los perros, pero los dueños se siguen equivocando. “Tres de cada cinco españoles se lamen las manos para desinfectarlas y luego lavan a sus gatos con jabón”, alertan desde el INE.
El 70% de los dueños de los perros pasea con las bolsas de recoger los excrementos en la mano como si fueran guantes y utiliza los guantes de seguridad para recoger los excrementos. “Al final te acostumbras a esta nueva normalidad, es más cómodo de lo que parece”, comenta la dueña de un pastor alemán a través de su bozal.
Según el mismo informe, después de los paseos la mayoría de los españoles lo único que quiere es relajarse en la caseta del perro bebiendo agua a lametazos y comiendo pienso mientras sus mascotas se distraen en casa viendo una serie en Filmin.