Asegurando que “de los asesinatos pasionales no se puede vivir”, un asesino profesional ha asegurado en una entrevista que la única manera de ser “profesional, profesional” es asesinando “cada día de tu vida, te apetezca o no” y no solo cuando la inspiración y la sed de acabar con la vida de alguien invaden tu cuerpo. “Te tienes que levantar cada mañana diciéndote que ese día vas a matar a alguien y ser constante con eso. Unos días matarás mejor y otros días matarás peor. El peor enemigo es el perfeccionismo y al final, por volumen, tu trabajo responde”, explica este asesino profesional que ahora mismo ya puede permitirse asesinar una vez por semana por cifras que rondan los tres ceros.
“Cuanto antes te hagas a la idea de que, como sicario, no eres un artista, mejor”, advierte este trabajador.
Dice que, de lo contrario, es imposible gestionar la frustración. Lamenta que el hecho de que su profesión sea vocacional haga que los clientes se estén acostumbrando a pagar poco o a cambio de prestigio y que muchos asesinos que empiezan se lleven desengaños al empezar a recibir correcciones o encargos de un día para otro.
“A veces coincide que te piden que mates justo a la persona que te apetece y entonces todo fluye, pero eso no es lo habitual. Tienes que olvidarte de hacer algo realmente bello o artístico o de dejar en el cuerpo una marca personal por ego de autor”, insiste el criminal.
También aconseja a los que se consideran “artistas del homicidio” que se busquen un trabajo alimenticio y maten por afición los fines de semana.