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Tras un mes conviviendo con sus nietos, los abuelos españoles empiezan a sentir nostalgia de la Guerra Civil

ALGUNOS ESTÁN INTENTANDO HUIR A FRANCIA BURLANDO LOS CONTROLES

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“Nunca imaginé que el ser humano pudiera llegar a ser tan cruel”, se repiten los miles de abuelos españoles que llevan un mes confinados con sus nietos. Ante el salvajismo que están experimentando en sus propias casas, muchos ya han empezado a sentir nostalgia de la Guerra Civil. “He visto y he tenido que hacer cosas horribles para sobrevivir”, se sincera una anciana con la mirada perdida y sentada en una esquina de la cocina, intentando esquivar los proyectiles de piezas de Lego que caen desde el salón.

Los nietos españoles llevan un mes sin salir de casa y se han convertido en seres insensibles, crueles e inhumanos, según han relatado sus abuelos. “Por las noches me despierto gritando entre sudores imaginando que mis nietos se han colado en mi habitación”, relata un señor que llevaba toda la vida durmiendo perfectamente a pesar de haber luchado en la Batalla del Ebro con solo diez años. «La casa está irreconocible y nunca volverá a ser igual», añade.

Temiendo por su integridad física, algunos ancianos están intentando huir a Francia burlando los estrictos controles de las autoridades españolas. “Durante la guerra mis padres no quisieron abandonar España porque no les parecía seguro, pero esta situación es completamente diferente y prefiero arriesgarme a morir que seguir viendo La Patrulla Canina”, se sincera una pareja de ancianos que ya ha visto más de 50 veces el mismo episodio de la serie animada.

El Gobierno intentará mediar con los nietos españoles para buscar un alto el fuego o intentar que al menos cesen las hostilidades durante unos días. “Les hemos pedido que dejen de gritar, que recojan todos los juguetes que tienen tirados por el suelo, que se coman toda la comida y que se vayan a dormir cuando se lo pidan”, ha informado Margarita Robles, ministra de Defensa. “Confiamos en que al menos accedan a cumplir dos de las cuatro exigencias”, ha añadido esperanzada. Mientras tanto, los padres y la comunidad internacional siguen sin intervenir.

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