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Los españoles más desquiciados podrán salir a gritarle a las palomas a partir de la semana que viene

PACMA NO DEJARÁ QUE SE LES DÉ PAN HECHO EN CASA PORQUE LO CONSIDERA MALTRATO

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Las primeras fases de la desescalada del confinamiento se siguen concretando. Esta semana se ha sabido que, a partir del 27 de abril, los españoles más desquiciados podrán salir a la calle a gritarle a las palomas. Hasta ahora, estos españoles se tenían que conformar con chillar desde el balcón a los transeúntes, una actividad mucho menos reconfortante que la de gritar a las palomas.

Los expertos consideran que insultar, gritar y amenazar airadamente a las palomas de la calle ayudará a que los españoles más desquiciados se tranquilicen un poco. “Gritarle a las palomas es una de las cosas que más en falta estaba echando la ciudadanía”, reconoce Salvador Illa, ministro de Sanidad. El ministro, sometido a mucho estrés, ha sido uno de los primeros españoles en gritarle a las palomas. “Sienta muy bien porque ellas te van mirando y cuando elevas mucho la voz se asustan y se escapan”, añade.

Muchos españoles se dedicaban a gritar a las palomas desde la ventana, pero eso no resulta satisfactorio porque las palomas pasaban volando y apenas escuchan lo que se les dice. Aunque el Gobierno ha decidido dejar que se les grite a estos animales, ha aceptado una exigencia de PACMA que prohíbe darles de comer el pan que se está haciendo en casa por considerarlo maltrato. “De todas formas las aves se niegan a comerlo”, matizan desde Moncloa.

Por su parte, las palomas también echan en falta a los humanos. La mayoría de ellas lleva mes y medio aguantándose las ganas de hacer de vientre para poder cagar encima de las cabezas y la ropa de los peatones. Esta espera ha causado que ahora midan casi dos metros y pesen alrededor de 500 kilos.

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