Lamentando profundamente “el daño irreparable que se ha hecho a la economía”, Tedros Adhanom, director de la OMS, ha reconocido esta mañana en una comparecencia urgente que en ningún momento se le pasó por la cabeza que el confinamiento, el “distanciamiento social” y muchas otras de las medidas que ha aconsejado pudieran repercutir negativamente en el PIB de varios países del planeta. “Yo… yo lo siento. La hemos fastidiado pero bien. Hay que admitir que nos hemos equivocado”, ha declarado Adhanom.
Según ha dicho, en la OMS siempre están barriendo para casa, “obsesionados con temas de salud y medicina, con la cabeza metida en el culo, perdiendo de vista los temas importantes”. Adhanom ha insistido en que, si la organización hubiera sabido con antelación que recomendar a la gente que se quedara en casa podía tener consecuencias tan negativas, no habrían aconsejado lo que aconsejaron.
“Estamos siempre con nuestros temas y nos olvidamos del resto, lo sentimos. Ojalá pudiéramos viajar al pasado para deshacer todo este lío”, ha concluido Adhanom para dar por terminada la rueda de prensa, que se ha organizado únicamente para pedir perdón y aconsejar a la gente “comer bien y en restaurantes caros, salir a andar por centros comerciales y combatir la ansiedad y la depresión comprándose un coche nuevo o una segunda residencia”.
La OMS también ha lamentado que algunos países hayan seguido al pie de la letra sus recomendaciones “yendo quizá un poco más allá y siendo más papistas que el Papa” habiendo limitado el precio de las mascarillas sanitarias, lo que va en contra de las leyes básicas del libre comercio y puede redefinir el capitalismo para siempre, con resultados imprevisibles.