El Museo del Prado de Madrid ha anunciado esta mañana que dejará de exponer el conocido tríptico de Jheronimus Bosch, titulado “El Jardín de las Delicias”, porque una estudiante de Historia del Arte de Milán ha encontrado a Wally en la pintura. El cuadro ingresó como depósito del Patrimonio Nacional en 1939 y, desde entonces, se describía como una obra enigmática e inquietante. Ahora, los expertos reconocen que “ya no tiene misterio porque, una vez te enseñan dónde está Wally, pasas a verlo enseguida y la experiencia pierde todo el interés”.
Hallar al famoso explorador en la pintura de El Bosco constituía uno de los principales retos de los historiadores del arte, un misterio sin resolver de la pintura flamenca que ahora esta joven universitaria ha desentrañado por casualidad. “El Bosco estaría orgulloso”, reconocen desde el museo.
“Está aquí, miren, en la zona central, al lado de un pez enorme, camuflado detrás de un personaje que sostiene una pelota con los brazos en alto. ¿No lo ven? Aquí está”, ha detallado con paciencia la estudiante después de avisar a la dirección del Prado, señalando la posición con el dedo, por supuesto sin llegar a tocar la pieza. La gesta le ha brindado una felicitación por parte de su profesor de Iconografía de la facultad.
Al cierre de la edición, la galería londinense Tate Modern ha invitado formalmente a la estudiante de Milán para ver “si también es capaz de detectar las figuras en 3D” de “Negro sobre marrón”, el famoso mural de Mark Rothko. De hecho, la pieza fue dañada en 2012 por un joven polaco que perdió la paciencia tras media hora intentando desenfocar la mirada frente a la obra. Los responsables del museo desean poder retirar el mural pronto para que el suceso no se repita, pero deben esperar a que alguien vea ”las dichosas figuras tridimensionales”.
